LATAM: Las empresas y la garantía de derechos de las mujeres

En el marco de la semana por el día internacional de la Mujer, el mundo laboral se vuelve foco de debate y entra en juego el rol de las organizaciones y su responsabilidad para acelerar un cambio cultural que permita lograr un mundo igualitario y libre de violencias por motivos de género.
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Mujeres empresarias pyme de la Provincia de Buenos Aires en pandemia

Según la ONU, las mujeres (incluyendo las niñas) sufren de una manera única los abusos de derechos humanos relacionados con empresas y se ven a menudo afectadas de manera desproporcionada. Esta población también sufre múltiples formas de discriminación y enfrentan obstáculos adicionales cuando buscan acceso a remedios eficaces contra los abusos de los derechos humanos relacionados con las empresas.

Por lo tanto, con el fin de cumplir de manera efectiva con sus respectivas obligaciones de derechos humanos y responsabilidades en virtud de los Principios Rectores de la ONU sobre las empresas y los derechos humanos, los Estados y las empresas deben prestar especial atención a la experiencia única que viven las mujeres y la discriminación estructural y los obstáculos que ellas enfrentan.

Los Principios Rectores reconocen la importancia del género en varios lugares. El comentario del principio rector 3 señala que los Estados “debe explicar cómo tratar eficazmente las cuestiones de género, vulnerabilidad y/o marginación”, mientras que el Principio Rector 7 hace hincapié en que los Estados debe prestar asistencia adecuada a las empresas para evaluar y tratar los principales riesgos de abusos, prestando especial atención tanto a la violencia de género como a la violencia sexual”.

El comentario del Principio Rector 12 prescribe que: » De acuerdo con las circunstancias, es posible que las empresas deban tener en cuenta otras normas. Por ejemplo, las empresas deben respetar los derechos humanos de las personas pertenecientes a grupos o poblaciones específicos y deberán prestarles una atención especial cuando vulneren los derechos humanos de esas personas”.

Por ello, el Principio Rector 20 señala que «las empresas deberían poner especial empeño en el seguimiento de la eficacia de sus respuestas a los impactos sobre las personas pertenecientes a grupos o poblaciones expuestos a mayores riesgos de vulnerabilidad o marginación», con datos desglosados por sexos, cuando proceda”.

Así las cosas, cuando las empresas asumen una visión de responsabilidad y derechos humanos vinculada a la igualdad de género es claro que, además de contribuir al tejido social, obtienen beneficios concretos.

En primer lugar, es un diferencial para ser una marca empleadora deseable que atraiga y retenga talentos. La fuerza de trabajo que está incorporándose en los próximos años a las empresas, forma parte de las generaciones millennials y centennials, que manifiestan abiertamente un mayor compromiso con sociedades más justas y con la contribución a causas que apoyan, entre las cuales se encuentran la diversidad y la inclusión asociada al género, además de causas ambientales y animales.

Por otro lado, la diversidad de miradas enriquece el debate y garantiza la innovación y crecimiento: las empresas que tienen mayor igualdad de género gozan de niveles más altos de crecimiento y mejor desempeño.

 

#8M en ARGENTINA: Home office y mujeres sin tiempo para el ocio

El caso de Apex America

La empresa especializada en Customer Experience tiene una cultura organizacional que se rige por enfoque centrado en las personas, el desarrollo inter e intrapersonal dentro de la compañía, la autonomía y la autogestión para su propio crecimiento y el desarrollo profesional.

Desde este punto de partida, y como consolidación de ciertas prácticas que ya se venían dando al interior de los equipos de trabajo, Apex America lanza el Programa de inclusión y diversidad: género y discapacidad 2022, entendiendo que el liderazgo y compromiso de la alta dirección son condiciones indispensables para la implementación exitosa de acciones que contribuyan a la igualdad de género y a la inclusión de personas con discapacidad. Ello implica que los máximos niveles de conducción reconozcan a través de comunicaciones internas la importancia de la igualdad y la verdadera inclusión.

Este Programa de inclusión y diversidad: género y discapacidad 2022 contará con capacitaciones sobre el liderazgo inclusivo, la revisión de procesos internos, espacios de formación y workshops destinados a sentar las bases del programa y dar herramientas concretas para liderar y ejecutar procesos de forma inclusiva y no sexista.  El programa se inicia oficialmente el miércoles 16 de marzo a las 18, con una charla pública titulada “¿Por qué es necesario el 8M?” a cargo de Lala Pasquinelli, artista visual, artivista, poeta y abogada. Fundadora del colectivo Mujeres que no fueron tapa y del Festival de Hackeo de Estereotipos en Escuelas, y autora del libro #NosTenemos, ha dado conferencias y realizado acciones artísticas, intervenciones y exhibiciones en importantes instituciones culturales, educativas e institucionales nacionales e internacionales.

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