GLOBAL: Pandemia, conectividad y prosperidad económica  

Los datos arrojados por el Índice de Conectividad Global 2021ofrece una perspectiva sobre el impacto de la pandemia en la globalización a través de un análisis de los flujos de comercio, capital, información y personas.
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Si bien la pandemia hacía prever escenarios de incertidumbre, el mundo mantiene un nivel récord de globalización pese al escenario presentado por el covid-19, dejando por detrás a la regionalización. Sin ir más lejos, el comercio de mercancías superó los niveles avizorando una relación positiva entre la conectividad global y la prosperidad económica.

Tras la caída en picada a comienzos de la pandemia, el comercio de mercancías logró superar los niveles pre-pandemia antes de finales de 2020, mientras que en 2021 registra nuevos récords a nivel global. Los flujos de inversiones extranjeras directas se redujeron aún más que el comercio en 2020, pero apuntan hacia una recuperación completa en 2021.

Los datos, arrojados por el Índice de Conectividad Global 2021, publicados por DHL y la NYU Stern School of Business, ofrece una perspectiva actualizada sobre el impacto de la pandemia en la globalización a través de un análisis de los flujos de comercio, capital, información y personas.

En ese sentido, se indicó que el crecimiento del comercio internacional desde mediados de 2020 superó ampliamente las previsiones iniciales, aunque el mix de mercancías resultó bastante diferente de lo habitual. La comercialización de productos necesarios para combatir la pandemia incrementó, mientras muchos otros se reducían. Si bien se esperaba que la pandemia empujaría al mundo hacia un comercio más regionalizado, se produjo a largas distancias durante 2020. Los datos sobre los flujos de capital, información y personas tampoco constatan ninguna evidencia concluyente de que se esté produciendo un desplazamiento de la globalización hacia la regionalización.

No obstante, los países más pobres del mundo siguen quedándose atrás en términos de recuperación de la globalización. Incluso cuando el comercio mundial estaba alcanzando nuevos hitos a principios de 2021, los países de renta per cápita más baja seguían comerciando menos que en 2019. También las inversiones extranjeras directas en estos países cayeron durante ese mismo periodo, mientras seguían creciendo con fuerza en los países de renta media y alta. Aunque los países con menos recursos continúan peligrosamente desconectados, el desarrollar vínculos más sólidos con el resto del mundo les podría ayudar a recuperarse rápidamente de los efectos de la pandemia.

Por su parte, los flujos internacionales de datos se dispararon en 2020, cuando las interacciones en persona tuvieron que trasladarse a la virtualidad, pero no lograron revertir la tendencia a la baja a más largo plazo en la globalización de los flujos de información. Por último, los flujos internacionales de personas fueron los más afectados por la pandemia, y su recuperación se presenta lenta. Los viajes internacionales cayeron en un 73 % en 2020, pero a mediados de 2021 se detectaron los primeros indicios de recuperación.

«La resiliencia de los flujos globales es una buena noticia, porque un mundo conectado brinda las mejores perspectivas de una recuperación sólida y sustentable de la pandemia del Covid-19. Cuando se presenta una crisis, muchos sienten el profundo impulso natural de refugiarse tras las propias fronteras. Pero cuanto mayor resulta el desafío, más urgente es la necesidad de recurrir a las mejores ideas y recursos del propio país y del extranjero», afirma Steven A. Altman, investigador académico y director de la Iniciativa de DHL sobre Globalización en la NYU Stern.

De todos modos, si bien hay diferentes tendencias en los distintos tipos de flujos, el Índice de Conectividad Global muestra una ligera baja en 2020 y un retorno de su curso ascendente en 2021. Sin embargo, la “prueba de fuego” generada por el Covid-19 también reveló las vulnerabilidades históricas que deberemos abordar en el futuro.

«Muchos temían que la crisis global pusiera en peligro el avance de la globalización. Llevamos años estudiando los diversos flujos internacionales a nivel mundial, y luego de un año y medio de pandemia podemos afirmar con seguridad que esta no logró acabar con la globalización. Tras las pérdidas iniciales en 2020, el Índice de Conectividad Global de DHL se encuentra de nuevo al alza este año», afirma John Pearson, CEO de DHL Express. «El comercio supone una tabla de salvación para muchos países de todo el mundo, y DHL Express jugó un rol determinante en diversas áreas para hacerlo posible, desde la distribución de las vacunas al e-commerce», añade.

Según el reporte, para mejorar la conectividad de un país existen cinco áreas fundamentales: la paz y la seguridad, un entorno nacional atractivo para las empresas, una actitud abierta frente a los flujos internacionales, la integración regional y el apoyo de la sociedad. Curiosamente, un entorno nacional atractivo para las empresas puede potenciar la conectividad de un país incluso más que las políticas tradicionales en favor de la globalización.

Asimismo, el estudio analiza cinco países (México, Países Bajos, Sierra Leona, los Emiratos Árabes Unidos y Vietnam) que destacaron por presentar una conectividad sólida o creciente durante las últimas dos décadas. Las diversas vías que tomaron estos países para lograr una mayor conectividad demuestran que no existe una receta mágica que sirva para todos, sino que cada país debe aprovechar las oportunidades internacionales más adecuadas a su contexto local.

 

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