Según la definición clásica, crowdfunding refiere a la inversión colaborativa: es decir, personas individuales colocan pequeñas sumas de dinero para fondear un proyecto. Generalmente, se utilizan plataformas digitales para hacerlo en donde cada individuo transfiere dinero – a modo de inversión- desde su cuenta bancaria a la cuenta bancaria de la empresa que organiza el Crowdfunding; y a partir de allí, se va monitoreando el estado de la inversión que realizaste en cuanto a progreso del proyecto que seleccionaste.
El Crowdfunding inmobiliario apunta a la utilización de esta modalidad como forma de financiar colectivamente una construcción o proyecto inmobiliario para que poniendo dinero en montos pequeños todos puedan convertirse en inversores.
Es decir, si una persona deseara invertir en una propiedad, y no contara con el dinero para comprarla en su totalidad, el crowdfunding inmobiliario sería una posibilidad de hacerlo: junto a otras personas que también aportan su dinero a estas plataformas y hacer al final de la operación terminada, una diferencia monetaria.
Así las cosas, los pequeños y medianos ahorristas pueden invertir en ladrillos comprando módulos con valores y muchas plataformas permiten comprarlos en pesos con tarjeta de crédito para no consumir el cupo de US$ 200.
En los últimos años, el crowdfunding se ha convertido en una de las herramientas de financiación para el sector inmobiliario que año con año registra un constante crecimiento. Este escenario se debe, en gran medida, a las diversas ventajas que otorga a los inversores y a los desarrolladores, entre las que se encuentran la flexibilidad para la estructuración del crédito y la periodicidad de este.
Con la pandemia, esta práctica de financiamiento colectivo experimentó un período de rápida aceleración en la región.
«El crowdfunding está creciendo», dijo Sonia Vadillo, especialista en regulación de finanzas alternativas y fintech del BID. Agregó que se trata de un sector con un enorme potencial y que año tras año los volúmenes en Latinoamérica no han hecho más que aumentar.
Según datos brindados por BNamericas, por primera vez, Latinoamérica y el Caribe superaron el umbral de US$1.000 millones en 2018 al generar volúmenes financieros alternativos por US$1.880mn para consumidores y empresas, entre otros.
Con un salto del 173% respecto de los US$663mn del año anterior, el crecimiento exponencial del segmento ha sido una tendencia sostenida en la región desde 2013, con un incremento promedio anual de 147%.
La cifra de 2018 incluye volúmenes de financiamientos alternativos de 34 países y territorios, aunque vale la pena mencionar que el 93% del volumen de la región proviene de seis países clave: Brasil (37%), Chile (16%), México (13%), Colombia (11%), Perú (9%) y Argentina (7%).
Una de las empresas globales de crowdfunding inmobiliario es Bricksave, cofundada por la argentina Sofía Gancedo, que alcanza el 70% de reinversión y sigue creciendo.
En los últimos dos años, de la base actual de inversores, siete de cada diez personas decidieron invertir en Bricksave nuevamente. La empresa que ofrece rentabilidades promedio anuales del 9% en dólares mediante crowdfunding inmobiliario o compra completa de inmuebles, superó la línea de 113 inmuebles financiados y los casi 2 millones de dólares de rentabilidad para sus inversores.
“Es extremadamente importante para nosotros haber logrado una tasa de reinversión tan alta. Las personas tienden a ser muy cautelosas al invertir, por lo que es una satisfacción aún mayor que confíen continuamente en nuestra plataforma. Bricksave efectivamente brinda acceso a diferentes oportunidades inmobiliarias en ciudades como Miami, Chicago, Detroit y Viena, entre otras. Cualquiera puede invertir desde casa de forma ágil y muy sencilla, con barreras de entrada de solo 1.000 dólares y retornos mensuales a través de billeteras digitales, las 24 horas del día y los 7 días de la semana”, explica Sofía Gancedo, COO de la empresa y finalista de WeXchange. 2019, el foro anual organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para distinguir a los emprendedores de alto crecimiento en América Latina y el Caribe.
“Queremos que el sector inmobiliario sea un mercado de fácil acceso para cualquier persona que desee invertir, independientemente de que tenga o no formación en economía y finanzas. Por eso ofrecemos un modelo de negocio simple, transparente y seguro, con una reserva de valor en las ciudades más estables del mundo y un enfoque en propiedades residenciales y terminadas, lo que reduce el riesgo al mínimo. Nuestros usuarios de 19 nacionalidades distintas pueden acceder de forma segura a su inversión a través de un sencillo tablero online en cualquier parte del mundo y monitorear sus intereses en todo momento”, concluye Sofía Gancedo.
